Qué experiencia más enriquecedora.
Hay que reconocer el esfuerzo del Maestro Antonio Conrado, que, además de cuidar de los niños y niñas durante día y noche, cada madrugada, escribía un artículo para este blog y subía las fotografías que ilustraban el desarrollo de las actividades.
Antonio, seguro que las familias de nuestros alumnos dormían un poco más tranquilos cada día después de leerte y ver las imágenes. Felicidades por un trabajo sobresaliente.
Paco.